El Club Málaga Valley ha inicado una nueva etapa tras la elección como presidenta de Cristina Garmendia. El pasado viernes se presentó en el Salón de los Espejos del Ayuntamiento la hoja de ruta del Plan Estratégico de Internacionalización y Captación de Inversiones Extranjeras en Málaga, que será “muy abierta”. Aprovechando el décimo aniversario de su creación, sus responsables demandan “una suma de voluntades para incidir en el destino de Europa” y piden un papel protagonista para la Universidad de Málaga.

Al acto, además de la presidenta, acudieron, entre otros, el alcalde y presidente de honor del Club, Francisco de la Torre; el rector de la UMA, José Ángel Narváez; el director de Aertec, Antonio Gómez-Guillamón; el embajador de Alemania en España, Peter Tempel; y el presidente del Círculo Hispano-Alemán, José Luis López Schummer. Alrededor de un centenar de empresarios y representantes de instituciones asistieron al encuentro.

Garmendia, durante su intervención, recordó que hace meses, cuando se lanzó la nueva marca, se plantearon dos retos: apertura al entorno internacional y la aproximación a lo local. Como el proyecto es a largo plazo, a su juicio, tienen que implicarse todos los grupos políticos, “ya que tiene que ver con el futuro de la ciudad, requiere ambición y debe proyectarse a la comunidad autónoma, al país y a Europa”.

En este punto, “la Universidad tiene que desempeñar un papel clave”, afirmó Garmendia en varias ocasiones, interpelando directamente al rector, que aceptó el reto, porque, según dijo, “lo creo”. También Garmendia destacó que, si se habla de aproximación al entorno local, no se debe olvidar cómo la ciudad vive un proyecto como Málaga Valley. Así, destacó que desde el Club y la potencia científica y tecnológica que hay detrás, “que es real”, hay que llevarlo a ver cómo resuelve retos a los ciudadanos.

A partir de ahora las reuniones del Club serán anuales y girarán en torno a países, siendo este año Alemania “el espejo en el que hemos decidido mirarnos para aprender del liderazgo tecnológico que supone para Europa y para que las experiencias que se desarrollen aquí tengan su radar allí”.