El Pabellón de deportes de la Universidad de Málaga, por cuarto año consecutivo, se ha transformado por unas horas en un gran centro de formación, enfocado directamente a salvar vidas. Unos 1.500 alumnos de secundaria y bachillerato de diversos colegios e institutos de la provincia de Málaga, serán entrenados en reanimación cardiopulmonar por 100 docentes que participan en esta iniciativa de forma voluntaria. Los alumnos han recibido un cursillo específico y especializado sobre los primeros auxilios que debemos prestar a una persona que sufra una parada cardiopulmonar hasta la llegada de los servicios de emergencia. El acto es una iniciativa que sirve para celebrar el Día Europeo de la Parada Cardiaca y ha servido de marco para entregar las distinciones de la Empresa Pública de Emergencias a personas que han salvado vidas durante este año pro aplicación de técnicas de RCP

El evento ha sido coordinado por la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias 061, a la que se han unido en esta ocasión instituciones públicas de la provincia: las delegación de Educación y de Igualdad, Salud y Políticas Sociales, los hospitales Regional y Universitario Virgen de la Victoria, las áreas de Gestión Sanitaria Norte y Este de Málaga; los Distritos Sanitarios de Málaga-Guadalhorce y Costa del Sol, la Asociación EXPAUMI (Asociación de Ex pacientes de la Unidad de Medicina Intensiva), el Plan Nacional de RCP, el Colegio de Médicos de Málaga y su Escuela de RCP, el SAMU, el Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Cruz Roja y la Panificadora Salvador. El acto ha sido presidido por la consejera de Educación, Adelaida de la Calle, que ha estado acompañada por el vicerrector de Estudiantes, Francisco Murillo Mas.

Las jornadas están enmarcadas este año bajo el lema "Los niños salvan vidas", una campaña puesta en marcha por el Consejo Europeo de Resucitación (ERC) con la finalidad de sensibilizar a la población y trasladar diez principios en los que se fundamenta el incremento de la supervivencia a la parada, comenzando por el hecho de que cualquier persona puede salvar una vida, incluso los niños.

Los expertos aseguran que son suficientes dos horas de formación en resucitación cardiopulmonar (RCP) al año para niños en edad escolar. La formación debe ser práctica, aunque puede estar reforzada con enseñanza teórica, incluso virtual y se puede llevar a cabo sin un equipo sofisticado o maniquíes de reanimación específicos. Esta capacitación tendría que repetirse anualmente y comenzar a la edad de 12 años o antes. Además, los niños entrenados deben tener como tarea entrenar a otras 10 personas y ser animados a informar sobre la necesidad de las técnicas de reanimación cardiopulmonar.

 

El Consejo Europeo de Resucitación destaca la amplia gama de personas, incluyendo médicos, enfermeras, Técnicos de Emergencias Sanitarias, policías, bomberos, estudiantes de medicina y enfermería,  y otras profesiones sanitarias, maestros capacitados y muchos otros voluntarios que pueden enseñar con éxito RCP a los escolares en las escuelas, en los hospitales y en otros lugares. Además, insta a los responsables públicos de educación y a otros líderes políticos de cada país a poner en práctica un programa nacional para la enseñanza de la RCP para niños en edad escolar y a los Consejos Nacionales de Resucitación a llevar a cabo esta campaña, con la que los niños  también aprenderán responsabilidad social relevante y habilidades sociales.

En definitiva, estos expertos concluyen poniendo de manifiesto que los programas nacionales que forman a niños en edad escolar en RCP pueden salvar más vidas, mejorar la productividad de la sociedad y reducir los costos de salud.

Con esta cuarta edición de esta jornada de formación masiva, la Consejería de Salud pretende aumentar el número de personas que conocen cómo actuar ante estas situaciones para poner en marcha la cadena de supervivencia en el menor tiempo posible. El Consejo Europeo de Resucitación ha calculado que más de 100.000 personas al año podrían salvar sus vidas en Europa si se alcanzaran las tasas de formación de ciudadanos en estas técnicas que tienen en países referentes como Países Bajos o Suecia.

La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ha formado desde 2013 a 4.200 malagueños, entre primeros intervinientes en las situaciones de emergencias y alumnos y profesionales de la comunidad educativa. Las recomendaciones internacionales indican que una de las estrategias para disminuir la mortalidad de los pacientes que han sufrido una parada cardiorrespiratoria es enseñar a la población en general las medidas básicas que deben aplicar a estos pacientes mientras llegan los equipos sanitarios, y que han demostrado que aumentan la supervivencia en estos casos.

Distinciones

Como ejemplo de ello, la Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ha distinguido con motivo del día europeo de la Parada Cardiaca de forma especial en Málaga, al guardia civil, Alberto Martín Almansa, y al sargento de la Guardia Civil,  Rubén Minguito, por su pronta y eficaz intervención ante la súbita pérdida de conciencia que sufrió una persona en el aeropuerto de Málaga el pasado día 15 de junio.

Alberto Martín Almansa y Rubén Minguito aplicaron las medidas de soporte vital básico y utilizaron con éxito el desfibrilador automático mientras llegaba el equipo sanitario del 061. Esta actuación salvó la vida de este paciente que se encuentra actualmente en perfecto estado de salud.

La Empresa Pública de Emergencias Sanitarias ha querido también este año distinguir a María José Narbona Arias, enfermera y natural de Málaga, quién atendió el pasado 22 de agosto en la playa del Rincón de la Victoria a una señora de 70 años.

14–10-2016