Planificar las infraestructuras dedicadas a la docencia y la investigación, colaborar con las empresas que las construyen, prever las necesidades y poner al servicio de la sociedad los espacios públicos resultantes son algunas de las frases que se han oído en el foro que, sobre infraestructuras educativas, se ha desarrollado en el hotel Barceló de Málaga, organizado por Sando y el Diario Sur.

En el debate han estado representadas las universidades de Málaga, Sevilla y Cádiz, así como la Consejería de Educación, el Ayuntamiento de la capital, la constructora Sando y la Fundación Victoria.

La delegación universitaria que ha participado en el foro ha estado encabezada por el rector de la UMA, José Ángel Narváez, acompañado por la vicerrectora de Smart Campus, Raquel Barco, y por la gerente, María Jesús Morales. También han acudido el rector de la Universidad de Sevilla, Miguel Ángel Castro; el director general de Infraestructuras  de esta institución, Pedro García, y el vicerrector de Infraestructuras de la Universidad de Cádiz, José María Mariscal.

Asimismo, ha intervenido la consejera de Educación, Sonia Gaya, al igual que el director general de la Agencia Pública Andaluza de Educación, Juan Manuel López, y Francisco José González, asesor jurídico de la Fundación Victoria -sucesora de las antiguas escuelas rurales-. , Gemma del Corral, concejala de Educación de Málaga y Jorge Gámiz y Jesús Rojo, ambos de Sando, han contribuido a animar el debate.

Todos han coincidido en destacar la importancia de la obra pública, si bien las instituciones a las que representan tienen una naturaleza muy distinta. Por un lado, la UMA, con su campus único de expansión de Teatinos –donde se concentrarán todas las construcciones futuras-; por otro, Sevilla y Cádiz, con su patrimonio repartido por la ciudad y la provincia y, por último, el Ayuntamiento de Málaga, encargado del mantenimiento de los colegios pero no de su planificación, lo que supone una lucha eterna con la Junta de Andalucía, poseedora de estas competencias.

Se han desarrollado dos mesas de debate: una centrada en las infraestructuras educativas y la segunda, en la gestión de los servicios. En ambas ha quedado de manifiesto que las edificaciones tienen un papel esencial en el proceso educativo, hasta el punto de que un buen ambiente y un entorno adecuado pueden determinar o condicionar el resultado académico del alumnado.

Cabe destacar la intervención de la vicerrectora de Smart-Campus de la UMA, que ha detallado los planes de la Universidad de Málaga para el desarrollo de la ampliación de Teatinos, un “espacio de excelencia, sostenible, confortable e inteligente” que ha desatado las alabanzas del resto de los intervinientes.

Por su parte, la consejera de Educación ha puesto de relieve que su departamento realiza la mayor inversión en cuanto a infraestructuras y servicios a nivel nacional, ya que más de dos millones de personas, entre alumnos, profesores y personal, están relacionados con la educación, un volumen que supone más que la población total de seis países europeos.

El foro ha sido clausurado por los rectores de Málaga y Sevilla, quienes han hecho hincapié en la necesidad de un nuevo sistema de financiación para las universidades y en el planeamiento de un mapa de infraestructuras educativas y de esparcimiento que sirva de ‘efecto llamada’ para la sociedad.