La multinacional andaluza Ingenia entregó el pasado lunes los Premios a la Excelencia Manuel Rusillo, en un acto celebrado en el Museo de Nerja.  Este galardón fue instituido en 2018, y reconoce los méritos del estudiante andaluz que, con las máximas calificaciones de acceso a la universidad, se matricule en algún grado de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación o de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería Informática de la Universidad de Málaga. El premio tiene una dotación de 2000€ y diploma acreditativo.

En la edición 2020 Ingenia decidió otorgar dos premios en lugar de uno, que fueron entregados a Pedro Amores del Castillo e Ignacio Pineda Delgado, que con un 13,874 y 13,870 respectivamente, han sido los candidatos que han aportado las mejores calificaciones en cada una de las dos escuelas.  En las dos convocatorias anteriores, resultaron ganadoras Maria Elena Molina Molina en 2018 y Julia Pérez Barreales el año pasado.

Pedro Amores es antiguo alumno del Colegio Sagrado Corazón de Málaga, y se ha matriculado en el Doble Grado de Ingeniería de Tecnologías de Telecomunicación y Matemáticas. Por su parte, Ignacio Pineda estudió en el IES Sierra de Aras de Lucena (Córdoba) y comienza su carrera universitaria como estudiante del Grado de Ingeniería en Informática.

Este año han participado en la convocatoria 24 alumnos y alumnas provenientes de centros educativos de las provincias de Málaga, Córdoba, Jaén, Huelva y Cádiz, todos con unas calificaciones excelentes. Prueba de ello es que 14 de los candidatos tenían una nota superior a 13 puntos, con una media de 12,743.

En el acto de la entrega de estos premios intervinieron José Blanco, director general de Ingenia; Enrique Soler, subdirector de Ordenación Académica de la ETS Ingeniería Informática; Fabián Arrebola, director de la ETS Ingeniería de Telecomunicación; y Gema Laguna, concejala de Cultura, Igualdad y Educación del Ayuntamiento de Nerja.

El premio Ingenia es también un homenaje a Manuel Rusillo, directivo de la compañía, fallecido inesperadamente en 2017. Sus valores personales y profesionales son recordados con este galardón, que premia el esfuerzo y la búsqueda de la excelencia entre jóvenes andaluces que quieran orientar su futuro a la informática o las telecomunicaciones, y elijan para ello la Universidad de Málaga.