Los promotores de la Asociación para la promoción de la Investigación Oncológica en Málaga (AIOM) han celebrado hoy su primera reunión de trabajo con la Universidad de Málaga en un encuentro al que han asistido, entre otros, el presidente de honor del citado colectivo, el doctor Emilio Alba, y la rectora, Adelaida de la Calle.

El objetivo de esta primera toma de contacto es abordar la necesidad de adquirir y poner en funcionamiento un secuenciador de genomas de segunda generación para estudiar el cáncer. La idea es que, una vez que se consiga esta tecnología avanzada, ponerla en funcionamiento en el Centro de Investigaciones Médico Sanitarias de la UMA (CIMES).

“Nuestra intención es facilitar y acelerar la investigación traslacional en el cáncer con un objetivo eminentemente práctico para que esté a disposición de los pacientes a la mayor brevedad posible”, indicó Emilio Alba, jefe de servicio de Oncología del Hospital Clínico Universitario.  Según explicó, en la actualidad los tratamientos de enfermedades tumorales son muy agresivos y se aplican indiscriminadamente a todas las personas por igual. Sin embargo, con las técnicas de secuenciación masiva se puede conocer con precisión los genes afectados, con lo que los tratamientos también se enfocarían hacia los genes alterados únicamente.

Para ser más gráficos, el doctor Alba pone el ejemplo de una zapatería en la que sólo se vendiera el número 39 de pie. “Los que tienen el 35 estarían mal y los que tienen el 42 también”, señala, al tiempo que refiere las múltiples aplicaciones que podrían tener el secuenciador de segunda generación, que no se utilizaría sólo en afectaciones oncológicas, sino también para estudiar y tratar numerosas enfermedades que aún hoy siguen sin solución, como las neurológicas o la diabetes, por citar algunos ejemplos. “Cada persona es diferente, pues lo mismo ocurre con los tumores; ninguno es igual, todos son distintos y por tanto su tratamiento no puede ser idéntico», añadió.

A su juicio, es necesario mezclar la investigación con la práctica y eso los pacientes lo pueden recibir a través de los recursos de la sociedad y, si es un ámbito académico, mucho mejor. “La Universidad ha estado muy receptiva con este asunto”, señaló, mientras que se mostró esperanzado en la sugerencia de la rectora de solicitar la financiación a través de fondos europeos.

En la actualidad tan sólo funciona un secuenciador de segunda generación en España: en el hospital Valle de Hebrón. Por lo que el de Málaga sería el segundo y de él se podría beneficiar toda Andalucía. Su costo rondará los 500.000 euros.

La AIOM es una iniciativa que ha surgido de personas relacionadas de una u otra forma con el ámbito de la oncología. Entre sus promotores está el propio Emilio Alba, el presidente de Esesa, Antonio Pedraza y el periodista Pedro Luis Gómez. Próximamente la asociación firmará un convenio con la Universidad de Málaga y  se presentará públicamente en sociedad.