Rusia venció la final del Mundial Universitario de Fútbol-sala, tras imponerse por 8-5 a la selección de Brasil, un resultado abultado que se coció en la segunda mitad, donde se vieron hasta diez goles. Los rusos demostraron más pegada y supieron aprovechar tres de los cinco dobles penaltis con que contaron.

En la primera mitad la intensidad fue la tónica general de cabo a rabo. Los primeros cinco minutos fueron un aviso de lo que vendría, ya que se sucedieron jugadas de peligro en ambas áreas. El gol podía caer de cualquier lado y fue Brasil la selección que se adelantó en el marcador. En el minuto cinco marcó Gustavo Rodrigues desde la frontal del área, tras una jugada muy discutida por los soviéticos. El árbitro concedió la posesión a Brasil después de que el meta ruso tardara más de tres segundos en sacar de puerta, acción tras la cual llegó el tanto carioca.

El gol no amilanó a la selección rusa, que buscó el gol con la misma intensidad que lo hacía. El disparo desde fuera del área fue su principal arma por medio de Nikolai Shisterov y Sergei Abramov. Sin embargo, un encontronazo entre algunos jugadores rivales interrumpió el encuentro, del cual resultaron expulsados un  jugador de cada equipo. Concretamente, Nikolai Shisterov y Tarcissio Canossa, portero suplente de Brasil este último.

Rusia estaba en inferioridad, situación que aprovechó su rival para poner el 2-0 por medio de Gustavo Rodrigues, en el minuto diez. Tres minutos después, los rusos recortaron distancias por medio de Andrei Zabolonkov. Con el 2-1 en el marcador se llegó al descanso con todo por decidir.

En la segunda mitad el partido dio un giro radical, con un festival de goles. El primero en marcar en la reanudación fue Brasil cuando apenas se había jugado un minuto. Sin embargo, los rusos supieron reaccionar rápido con tres tantos en cinco minutos, que le dieron la vuelta al partido, con un resultado de 4-3 para los europeos. Los cariocas tenían la difícil tarea de remontar el partido y contaban con el lastre de acumular ya cinco faltas.

Los rusos tuvieron hasta cinco dobles-penaltis, de los que materializaron tres. El primero de ellos, obra de Andrey Batyrev, de bellísima factura tras superar al meta brasileño con una vaselina. Los últimos diez minutos del encuentro fueron vertiginosos, ya que se sumaron seis goles, cuatro rusos y dos cariocas, con los que el marcador final fue de 8-5.

El mejor jugador del encuentro fue el ruso Sergei Abramov, con tres goles y dos asistencias. En su equipo también destacaron Andrei Zabolonkov y Vadim Tsay, ambos con dos tantos. Por parte de la selección brasileña destacaron Gustavo Rodrigues y Gabriel Rodrigues, con sendos dobletes.

 

IRAN- BIELORRUSIA

El partido por la medalla de bronce enfrentó a Irán contra Bielorrusia. Ambos equipos ofrecieron un espectáculo magnífico en el que siempre llevo la batuta Irán, pero que terminó ganando Bielorrusia tras una interminable tanda de penaltis en la que cada equipo lanzó 10 veces desde los 6 metros. Es el segundo partido en el que Bielorrusia gana en la tanda final ya que como se recordará eliminó a la selección española, aunque en aquella ocasión sólo necesitó de tres lanzamientos para pasar de ronda.

El partido comenzó muy igualado, con oportunidades alternas, pero pronto (4´) el dorsal 8 de Irán, Mojtaba Hassannezad, finalizó una jugada muy bien hilvana por todo el equipo y se adelantó en el marcador. Bielorrusia adelantó líneas, pero el conjunto islámico se cerró muy bien atrás hasta que en el minuto 16 Vladzimir Zhdanovich empalmó un potente disparó un potente zurdazo que se coló por toda la escuadra. Con 1-1 se llego al descanso. En la reanudación, Bielorrusia se cargó muy rápido de faltas para detener a los habilidosos rivales que volvieron a adelantarse en el marcador en el minuto 25 por mediación de Behroz Jafari, uno de los jugadores más destacados de todo el Campeonato. Bielorrusia no le perdió la cara al partido y un minuto después lograba un nuevo empate por mediación de Ruslan Semenluk, casi al mismo tiempo que se cargaba con la quinta falta personal.

En el minuto 29 sería Mehran Alighadr el que daría la tercera ventaja en el marcado a Irán. Parecía que tenía encarrilado el partido porque, además, Bielorrusia jugaba con la amenaza del doble penalti en caso de cometer falta. Cuando parecía más próximo un gol para sentenciar el encuentro, Yauheni Hramyka, finalizó una veloz contra de manera contundente para empatar por tercera vez el encuentro. Faltaban menos de 4 minutos para la conclusión y lo que había sido una amenaza durante casi toda la segunda parte se convirtió en realidad. Bielorrusia cometió la sexta falta e Irán dispuso de un doble penalti. Behroz Jafari fue l encargado del lanzamiento y estrelló el balón en el palo cuando el portero estaba batido.

Se llegó a los lanzamientos de penaltis y los dos equipos convirtieron los tres de la tanda. Se siguió, penalti a penalti. En estos lanzamientos individuales, Bielorrusia, que lanzaba primero, falló hasta en tres ocasiones para, acto seguido, fallar también los lanzadores iraníes. En el décimo lanzamiento, Bielorrusia acertó y se adjudicó la medalla de bronce e Irán falló y se quedo con la miel en los labios como le había ocurrido la víspera en la semifinal jugada ante Rusia.

 

20-07-2014