La colaboración de investigadores de la Facultad de Ciencias de la Universidad de Málaga y cirujanos plásticos ha dado lugar a la aplicación de una novedosa técnica de regeneración facial por autoinjerto de células madre procedentes del tejido graso.

Dicha técnica viene de la mano de la empresa ‘Purificell’, y ha sido presentada hoy en el Rectorado en un acto presidido por la rectora, Adelaida de la Calle, en el que han estado presentes los artífices del proyecto, encabezados por la profesora Victoria de Andrés (directora); el catedrático Pedro Fernández-Llébrez y el cirujano plástico José Ramón Moreno.

Todos ellos coincidieron en destacar los beneficios que aporta la técnica, que la doctora De Andrés resumió en tres conceptos: “buena, bonita y barata”. Esquematizando el ‘modus operandi’ del proyecto, éste consiste en actuar sobre la zonas deterioradas de la piel del paciente transfiriendo su propia grasa enriquecida con un concentrado de células madre estromales, obtenidas, por lo general, de la zona abdominal.

Todo ello se realiza en el propio quirófano, donde los biólogos son capaces de purificar en menos de una hora el resultado de la extracción. Tras el injerto de las células madre por parte de los expertos en cirugía plástica y regeneradora en la zona elegida, el paciente gana en supervivencia, efectividad y durabilidad del proceso, puesto que no existe posibilidad alguna de rechazo o alergias. Además, se abarata notablemente el proceso del implante.

Purificell® S.L. obtuvo el premio Spin-Off de la Universidad de Málaga en 2011. Es una empresa biomédica constituida por profesionales del campo de la cirugía plástica y reparadora y por profesores de la Universidad de Málaga.

Rejuvenecimiento
Lo que se obtiene con la aplicación de esta técnica es, en definitiva, rejuvenecimiento facial, regeneración de tejidos perdidos en cicatrices o heridas graves o la sujeción natural de los implantes mamarios, es decir, el mantenimiento de los nuevos tejidos implantados.

En palabras del doctor José Ramón Moreno, “el futuro de la medicina va de la mano del uso de las células madre que, de hecho, ya se utilizan en todas las especialidades, desde la cirugía plástica –como es el caso- hasta la cardiología.  Subrayó Moreno que cuando realizaba antes este tipo de tratamientos de rejuvenecimiento facial podía apreciar cómo la piel tratada continuaba siendo ‘vieja’ mientras que, ahora, con el injerto de las células madre la piel se rejuvenece por sí sola con “más fibra y brillo y con un resultado de “mayor calidad”.

Asimismo, resaltó  que el próximo objetivo es poder conservar esas células madre de cada paciente en un banco de células para que la persona no tenga que entrar en quirófano de forma continuada en el quirófano cada vez que se vaya a realizar el tratamiento.

El nacimiento de la idea de Purificell surge de la necesidad de purificar células sin costes elevados para que pudieran tener un acceso masivo a la misma todos los interesados, según la directora del proyecto, Victoria de Andrés, que también explicó que los procesos que existían para llevar a cabo el injerto de las células madre en personas era muy lento y requería de recursos con costes muy elevados, por lo que no era asumible para la mayoría de la población.

La rectora, por su parte, se ha mostrado muy satisfecha con la presentación de esta nueva técnica, “dado que es el ejemplo perfecto de la transferencia de resultados a la innovación”.