‘Dicebamus hesterna die...’ (‘Decíamos ayer…’) Con estas palabras retomó sus clases Fray Luis de León en la Universidad de Salamanca tras haber estado cinco años en las cárceles de la Inquisición. Y en ellas se han basado las profesoras Alicia Marchant y Lorena Barcos para darle título el libro con el que homenajean a dos de sus maestros en la Universidad de Málaga: la docente María Teresa Martín Palma y el catedrático Pedro Arroyal.

El texto, presentado en la Sociedad Económica de Amigos del País, es un sentido tributo a la labor que desarrollaron en las aulas en sus años de docencia. Ambos jubilados y con carreras paralelas, dejaron su impronta en la Facultad de Filosofía y Letras, como así lo atestiguan las decenas de profesores que han participado en el libro.

En el entrañable acto que se desarrolló en el edificio de la Plaza de la Constitución, tanto Arroyal como Martín se mostraron “en deuda” con sus discípulas. “El testigo no ha podido quedar en mejores manos”, declararon, al recordar que ahora ellas ocupan el puesto que ellos en su día lideraron en el Departamento de Historia.

La docencia y la investigación de los homenajeados ocupan gran parte de las páginas del libro, en el que participan miembros de la Universidad de Málaga y de otras universidades y archivos de España. No en vano, las investigaciones de Martín y Arroyal –que iniciaron en Granada- giraron en torno a las fuentes documentales.

Ambos crearon en los años setenta el Área de Ciencias y Técnicas Historiográficas de esta Universidad, en colaboración con el profesor Angel Riesco Terreros. Pedro Arroyal, además de catedrático y profesor, fue miembro del Cuerpo Facultativo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos, e impulsor de los estudios de archivística en los programas de la UMA. Él, y María Teresa Martín Palma, fueron formadores y maestros de numerosos archiveros y técnicos, tanto del citado Cuerpo Facultativo como de otras instituciones.