1.668 días, 7 horas, 23 minutos y unos segundos es el tiempo que ha pasado desde que Aarón García Luque pisó por primera vez la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Telecomunicación de la Universidad de Málaga. Y en todo ese tiempo ha podido graduarse con su promoción, con excelentes resultados –a tenor de los premios recibidos- y con una mirada esperanzadora puesta en el futuro de una profesión dedicada a las tecnologías emergentes y, por tanto, con una gran proyección profesional.

García Luque ha sido el alumno elegido por el centro para hablar en representación de sus compañeros, los egresados del curso 2017-18 que hoy han celebrado su acto de graduación en un acto presidido por el rector, José Ángel Narváez, quien ha alabado “el prestigio nacional e internacional” del centro, que este año celebra su 30 aniversario.

Los recuerdos de estas tres décadas han presidido la ceremonia, en la que han participado, además del rector, el director de la Escuela, Fabián Arrebola; el secretario, Enrique Márquez; el alumno anteriormente citado, la representante de Máster de los titulados de la promoción, Carolina Gijón y Ana Rivera, una prestigiosa ingeniera que se licenció en la primera promoción.

Un repaso a la historia del centro ha sido el hilo conductor de los discursos. La Escuela de Málaga fue la primera ETSI de Telecomunicación que se instaló en Andalucía. Lo hizo en un primer momento ‘incrustada’- como ha manifestado Rivera- a la Escuela de Peritos para, en 1995 ubicarse ya en el lugar que ocupa en el campus de Teatinos.

El ‘ambiente’ tecnológico que en la década de los 80 se vivía en España nada hacía presagiar el desarrollo de estos estudios, según han manifestado los intervinientes. De hecho, no había ni móviles ni Internet y no todo el mundo tenía acceso a un ordenador. Sin embargo, de una primera titulación única se pasó a la oferta que actualmente imparte la Escuela, con varios grados, másteres y doctorado.

Profesores de Barcelona y Madrid compusieron las primeras plantillas, pero quienes realmente actuaron como los auténticos ‘padres’ de la Escuela fueron sus tres primeros catedráticos: Carlos Camacho, Francisco Sandoval y Antonio Puerta, para los que se ha tenido hoy un recuerdo.

Acreditación europea

El desarrollo de las tecnologías emergentes, el 5G de la telefonía móvil, el impulso de la fotónica, las TIC y la imbricación con el Parque Tecnológico son garantía de futuro para unas titulaciones que acaban de conseguir la acreditación europea, un sello de calidad que abre puertas para sus titulados. La única ‘espina’ que cuelga de estas enseñanzas es la escasa presencia femenina en las aulas. Solo el 17 por ciento de los graduados de hoy han sido mujeres, porcentaje que se eleva un poco en el caso de los titulados de máster: un 24 por ciento.

A lo largo de estos 30 años se han contabilizado algo más de 4.000 egresados en la ETSI de Telecomunicación, Una parte de ellos han culminado hoy simbólicamente sus estudios, recibiendo su titulación y sus premios extraordinarios Fin de Estudios y Trabajos Fin de Estudios. Los representantes de los alumnos han ensalzado sus años en la Escuela y han agradecido la labor del profesorado, que, según sus palabras, “no han enseñado solo para aprobar, sino también para aprender”.