En un esfuerzo conjunto por promover las huertas urbanas, la Universidad y la Diputación de Málaga, en colaboración con Crea Huertas y Ecoherencia, han celebrado la ‘I Jornada de Huertas Malagueñas por el Clima’. El evento se ha desarrollado en el aula del Huerto y Parque Cultiva UMA, con la participación activa de diversos actores comprometidos con la sostenibilidad ambiental.

La jornada ha comenzado con una presentación de Ana Álvarez Irigoyen, jefa de sección del Vicerrectorado de Smart-Campus, quien destacó el firme compromiso de la institución con las huertas urbanas y su papel fundamental en la sostenibilidad. La ha acompañado Mariló Recio, jefa de Servicio de Cambio Climático de la Diputación de Málaga, quien ha compartido valiosas perspectivas sobre las propuestas y proyectos municipales, incluyendo el programa "Málaga Viva", que aborda estrategias para enfrentar los desafíos climáticos desde el ámbito local.

La jornada también ha incluido una mesa redonda con la participación de expertos en la materia. Andrés Rodríguez, investigador principal del proyecto HortSost II en el marco del Plan Propio del Vicerrectorado de Smart-Campus, ha resaltado el papel crucial de la tecnología en las huertas, subrayando la importancia de su uso adecuado para maximizar su potencial como aliado en la agricultura sostenible. Pablo González, técnico de AGAPA de la Junta de Andalucía, ha incidido en la relevancia de las huertas sociales y escolares, detallando el trabajo realizado en Andalhuerto y su contribución a la comunidad. Ainhoa Cobos, de Ecoherencia, cerró la mesa redonda resaltando el valor del intercambio de semillas de variedades tradicionales de cultivo como una práctica esencial para preservar la diversidad genética. Los participantes han coincidió en destacar la necesidad de generar redes de huertos interconectadas para lograr una mayor resiliencia frente a los desafíos ambientales.

Posteriormente, Alberto Jiménez ha presentado un estudio sobre la resiliencia de las huertas sociales en la provincia de Málaga, destacando la conexión entre 11 huertas que involucraban a 311 familias. El estudio concluye que las huertas sociales y educativas no solo fomentan la agroecología, sino que también poseen una gran importancia como herramientas para hacer frente a la emergencia climática.

La jornada ha concluido con una dinámica interactiva centrada en identificar problemáticas en las huertas urbanas y proponer soluciones, seguida de un intercambio de semillas entre los participantes, que han compartido un compromiso conjunto  de trabajar hacia un futuro más sostenible