El catedrático de Lengua Española Francisco Carriscondo participa en la difusión de ‘Vocabulario Andaluz’ en los centros educativos


Colabora con la Junta y la editorial Arguval en la reedición de este diccionario de Antonio Alcalá Venceslada
Categoría: I+D+i UMA
La Junta de Andalucía ha anunciado que las bibliotecas escolares de los centros educativos contarán próximamente con la reedición de ‘Vocabulario Andaluz’, el diccionario de Antonio Alcalá Venceslada, editado por la Real Academia Española (RAE) en 1951 y considerado el compendio más completo de andalucismos jamás publicado.
El catedrático de Lengua Española de la Universidad de Málaga Francisco Carriscondo, experto en la obra, ha participado en esta iniciativa que busca acercar a las nuevas generaciones la “riqueza lingüística y cultural de Andalucía”, colaborando con la Consejería de Desarrollo Educativo y Formación Profesional y la editorial Arguval en la concepción y preparación de la publicación, la revisión de la digitalización y la redacción de unas palabras preliminares de presentación.
“Se trata de una edición divulgativa que, sin duda, impulsará el conocimiento y difusión del legado léxico dejado por Antonio Alcalá Venceslada”, señala este profesor de la UMA, en cuya tesis doctoral –‘Lingüística, lexicografía, vocabulario dialectal. El Vocabulario andaluz (1951) de A. Alcalá Venceslada’, publicada en la editorial alemana Vervuert/Iberoamericana en 2004- estudia en profundidad al autor de la obra.
El léxico como testigo de la historia
‘Vocabulario Andaluz’ tiene como origen la convocatoria de 1930 de los Premios 'Conde de Cartagena', a través de los cuales la RAE buscaba premiar un texto que compilara el vocabulario de una región de habla española con voces nuevas que no estuvieran en el Diccionario de la Academia o que, aun estando, tuvieran una acepción distinta a las que en él se dan. La obra ganadora fue la del andaluz Alcalá Venceslada, que fue publicada en 1934 en una edición ilustrada por la desaparecida imprenta 'La Purísima' de Andújar (Jaén), localidad natal del autor.
La segunda edición, de 1951, publicada por la propia RAE, contaba con 17.547 entradas, lo que supone un considerable crecimiento en comparación con las 4.254 de la edición de 1934. Esta segunda edición es la considerada como definitiva por el autor, no solo por recoger ese considerable incremento, sino también por incluir en la misma un apéndice con los términos que el autor pudo seguir recopilando entre 1941, momento en el que tuvo lugar el fallo del jurado de los Premios 'Conde de Cartagena', que volvió a premiar la obra, y su publicación diez años después.
Desde un punto de vista filológico, la segunda edición del Vocabulario Andaluz supone observar el esfuerzo del autor para realizar una aproximación a la transcripción fonética de la pronunciación las distintas particularidades de las hablas andaluzas. Una de ellas es el uso de los grafemas convencionales del español para indicar la aspiración, como se aprecia al observar palabras transcritas tanto con un h- inicial como con una j- (hamacuco/jamacuco, hambrera/jambrera 'con hambre' por ejemplo).
También destaca el interés etnográfico por el elevado número de vocablos dedicados a recopilar la realidad material, la fauna, las actividades, herramientas y utensilios propios de los trabajos más tradicionales de Andalucía en aquella época, con un especial interés en las tareas agrícolas y ganaderas, la pesca, la herrería, la carpintería o la tonelería. Así, el trabajo de Alcalá Venceslada está estrechamente ligado con que Andalucía sea la región española mejor representada en el Diccionario de la RAE.