La Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga celebra estos días su vigésimo quinto aniversario con una serie de actos en los que sus integrantes repasan la historia de las titulaciones que integra el centro, una historia que ha pasado por no pocas vicisitudes, hasta llegar a las flamantes instalaciones de la ampliación de Teatinos que hoy albergan los cuatro grados que imparte: Enfermería, Fisioterapia, Podología y Terapia Ocupacional.

La rectora, Adelaida de la Calle, ha presidido hoy el último de los eventos organizados, una ceremonia a la que han acudido varios vicerrectores, decanos, profesores y trabajadores de esta Facultad y en la que se ha dado lectura a la memoria, se ha reconocido al personal jubilado y se han escuchado varias intervenciones, entre ellas la conferencia de la profesora Isabel María Morales, Gil, que a su vez es directora de Secretariado de Igualdad y Atención a la Comunidad Universitaria de la UMA.

Morales ha recordado los inicios de la Facultad, que no se remontan a los 25 años que se conmemoraban hoy, sino a 1972, cuando se creó la Escuela de Enfermería Carlos Haya, un centro en régimen de internado del que salió la primera promoción en 1975. Tres años más tarde, pasó a llamarse ‘Escuela Universitaria de Enfermería Carlos Haya’, un matiz importante, dado que incluía una palabra que atribuía a estos estudios el carácter de universitarios.

No fue hasta 1990, como ha seguido contando la profesora Isabel Morales, cuando el centro pasó a denominarse Escuela de Enfermería y Fisioterapia de la UMA. Su primer director, José Ángel Narváez, es hoy el vicerrector de Coordinación Universitaria, y ha estado presente en este emocionante acto conmemorativo.

Fueron años en los que los estudios se impartieron en los sótanos del Hospital Civil, donde continuaron hasta 1996 –coincidiendo con el mandato como directora de la propia conferenciante-, fecha en la que se trasladaron a Martiricos. En 2004, con la actual decana –María Teresa Labajos- a la cabeza, se pusieron en marcha las titulaciones de Podología y Terapia Ocupacional, que junto a las otras dos –Enfermería y Fisioterapia- pasaron a ser grados en el curso 2009-10.

Esfuerzo y entusiasmo
“Este reto –matizó Morales- se hizo con mucho esfuerzo y entusiasmo”. En definitiva, en 43 años se ha pasado de una escuela de alumnas internas a una Facultad, cuyo nombre, Ciencias de la Salud, resume todo lo que se imparte en sus aulas y laboratorios de prácticas, con sus Cátedras, clínicas y másteres.

Tanto la decana como la rectora se refirieron al paso de la historia y a los bien que la Facultad ha superado todos los obstáculos que se ha encontrado en todo este tiempo. “A lo largo de este cuarto de siglo una de las cosas que ha permanecido invariable ha sido las ganas de trabajar (…), una ilusión que nos ha contagiado a todos”, señaló De la Calle, mientras que Labajos agradeció la labor de todos los que la han acompañado en esta singladura en la que se han cimentado las cuatro  titulaciones de grado.

El centro comenzó siendo una escuela; luego, una facultad. Al principio, solo docencia. Después, docencia e investigación. Sumó titulaciones. Luego, másteres. Finalmente doctorados. Y ahora es una más de las facultades que conforman la Universidad de Málaga. Profesores, alumnos y personal de administración y servicios fueron recordados en este acto, que sucedió al que se celebró el jueves, y que estuvo más centrado en el campo de posgrado. Una actuación de la tuna fue el colofón de estos actos conmemorativos.

Y para terminar, un recuerdo a la frase pronunciada por la que fuera precursora de la enfermería: Florence Ninghtingale, citada en esta ceremonia: “las profesiones como las naciones, sólo pueden prosperar con un sentido individual de la responsabilidad colectiva”.