El dramaturgo cordobés, afincado en Málaga, Miguel Romero Esteo, falleció ayer a la edad de 88 años. Autor vanguardista, logró los mayores reconocimientos en la literatura teatral, como el Premio del Consejo de Europa (1985), el Premio Andalucía de Teatro (1992), el Premio Nacional de Literatura Dramática (2008), además de ser nombrado hijo adoptivo de Málaga.

Su relación con la Universidad de Málaga se inicia en 1976 como profesor de Sociología de la Literatura, en la Facultad de Filosofía y Letras, etapa que prolongó hasta su jubilación, compaginándola con su escritura teatral.

Sus obras lo consolidan entre los clásicos contemporáneos del teatro español. De ellas destacan: 'Pontifical', 'Pasodoble', 'Paraphernalia de la olla podrida, la misericordia y la mucha consolación', 'Fiestas gordas del vino y del tocino' y 'El vodevil de la pálida, pálida, pálida rosa'. Además, las tragedias 'Tartessos. Un memorial de las tinieblas', o ¡Liturgia de Gargoris, rey de reyes'.

El profesor de la UMA, Enrique Baena, lo define como uno de los creadores contemporáneos más originales de nuestras Letras, un autor de teatro ampliamente reconocido, y galardonado en España y Europa.  Señala también Baena que "aunque su obra, en general, estando enraizada en símbolos y arquetipos de nuestra cultura, debido a la extensión y complejidad de sus montajes, no llegó a la escena comercial, aunque sí a los circuitos más universitarios e independientes".

Así, para Enrique Baena, Romero Esteo logró dar forma a una mirada inédita de la dramaturgia de vanguardia en España, relacionando en su creación la gran tradición del Siglo de Oro y las nuevas propuestas que llegaban de Europa y Norteamérica