No es la primera vez que la UMA se asienta en el yacimiento Cerro del Villar, uno de los más importantes  en la expansión fenicia por el Mediterráneo. Ya en 2017, investigadores de la institución malagueña, a cargo del profesor del Área de Prehistoria José Suárez Padilla y por encargo de la Gerencia Municipal de Urbanismo del Ayuntamiento de Málaga, realizaron prospecciones superficiales con métodos geofísicos, que permitieron definir con precisión sus límites.

Hoy, en el marco del proyecto ‘TSUNIBER’ –Terremotos y tsunamis en la península ibérica en época antigua: respuestas sociales en la larga duración- la Universidad vuelve a este asentamiento ubicado en la desembocadura del río Guadalhorce para  conocer más sobre la catástrofe marina que lo destruyó hace 2.700 años y que, sin duda, “tiene mucho que decir sobre los orígenes de nuestra ciudad”.

Liderado por el profesor de Historia Antigua de la UMA Manuel Álvarez Martí-Aguilar, este proyecto del Ministerio de Ciencia e Innovación tiene como objetivo general  el estudio de los terremotos y tsunamis ocurridos en la península ibérica en época antigua para valorar su impacto económico, social y cultural en las comunidades costeras peninsulares.

Así, tomando como caso de estudio el evento de alta energía marina documentado en el Cerro del Villar en el siglo VIII a.C, se ha iniciado una actuación arqueológica para realizar un estudio geoarqueológico, a partir del cual se profundizará en el conocimiento  de este episodio catastrófico que destruyó el singular asentamiento, localizado en plena bahía de Málaga y, por tanto, origen de la ciudad, tal y como aseguran ambos investigadores de la UMA.

“Con medios mecánicos y manuales vamos a llevar a cabo la reapertura del denominado ‘Corte 5’ para extraer muestras de sedimentos y analizarlas, siempre garantizando su conservación y posterior cubrición”, explica el profesor José Suárez.

El profesor de Prehistoria de la UMA señala que ya en anteriores excavaciones se identificaron niveles de alta salinidad contenidos en el subsuelo que refuerzan la evidencia de la existencia de, al menos, dos episodios de oleaje marino extremo en el asentamiento.

“La investigación supondrá un gran avance en el conocimiento de los orígenes de Malaka, cuyos restos arqueológicos más antiguos se conservan en el Rectorado de la Universidad”, afirma.

Esta nueva actuación cuenta con la aprobación de la Dirección General de Patrimonio Histórico y Documental de la Consejería de Cultura y Patrimonio Histórico de la Junta de Andalucía.