Los residentes de los centros de mayores, así como los profesionales que trabajan en estos centros están siendo en España dos de los colectivos con mayor tasa de positivos de Covid-19.

Precisamente para avanzar en la búsqueda de una solución ante estos contagios en las residencias, el profesor de la Facultad de Ciencias de la Salud de la Universidad de Málaga José Miguel Morales liderará un ensayo clínico para evaluar la eficacia del uso de hidroxicloroquina- un fármaco que se emplea para prevenir y tratar ataques agudos de malaria pero también en el tratamiento de lupus eritematoso sistémico y artritis reumatoide- como tratamiento preventivo de Covid-19.

Un proyecto impulsado desde el Instituto de Investigación Biomédica de Málaga (IBIMA), al que también pertenece Morales, que se iniciará los próximos días, y que, para ello, ha recibido una financiación de más de un millón de euros del Instituto de Salud Carlos III (ISCIII).

En concreto, 1.024.199,16 euros del fondo específico para investigación en Covid-19 que ha puesto en marcha el ISCIII para fomentar “la investigación de base sobre la enfermedad, tratando de anticiparse, y desarrollando tratamientos y vacunas que impidan nuevos escenarios de contagios generalizados. Además, es crucial adquirir el máximo conocimiento posible del virus SARS-CoV-2, así como de las posibles medidas clínico-asistenciales y de salud pública que permitan su incorporación inmediata para proteger la salud de las personas y contener la propagación de la enfermedad COVID-19”, tal y como indica el propio Instituto.

En el ensayo clínico van a participar un total de 1.050 residentes y 880 profesionales que prestan cuidados directos en residencias. Se trata de un estudio multicéntrico en el que colaborarán también investigadores de Madrid, Aragón y Navarra, si bien la mayor parte de participantes serán de la Andalucía.

El investigador de la UMA José Miguel Morales explica que el plazo máximo de ejecución es de un año y que el reclutamiento podría comenzar en un mes. “Se pondrá a prueba la efectividad de la hidroxicloroquina empleada como profilaxis a los residentes que no han contraído la infección y a los profesionales que ejercen en las residencias y proporcionan cuidados directos. Además, se testará también el efecto sobre las infecciones secundarias de una serie de medidas no farmacológicas encaminadas a detectar áreas y prácticas de riesgo dentro de la residencia”, aclara.

 

Infección cruzada

Según se recoge en el propio resumen del proyecto, las personas institucionalizadas son el grupo más vulnerable en la crisis sanitaria del COVID19. Su fuente principal de contacto, una vez eliminadas las visitas familiares, ocurre por transmisión cruzada con el propio personal asistencial de los centros o bien con otros residentes.

Así, la intervención prevista es simple e intenta disminuir la infección cruzada en residentes en un umbral mínimo del 15 por ciento, así como reducir  la infección en los propios profesionales. Es un ensayo de ejecución relativamente rápida que permitirá comprobar en corto espacio de tiempo si esta es una estrategia efectiva que ayuda a la reducción de las infecciones por SARS-CoV-2 en residencias. En caso de resultados positivos, podría ser una estrategia de prevención extensible a todo el sistema residencial de España, ya que la validez externa del diseño es muy amplia.

El director de la Unidad de Medicina Interna del Hospital Regional Universitario de Málaga, Ricardo Gómez Huelgas, otro de los investigadores de este proyecto, señala que el motivo que les llevó a plantear este estudio no era otro que “buscar un tratamiento efectivo para abordar la pandemia de COVID-19 en las residencias de ancianos, dado que estos centros se han convertido en uno de los puntos donde la enfermedad está causando mayores estragos”. En este sentido, destaca que tanto la edad avanzada como la existencia de patologías crónicas son dos predictores de mal pronóstico y de mortalidad.

Nuevo paradigma de desescalada

Por su parte, el director de la unidad de Residencias del distrito sanitario Málaga- Valle del Guadalhorce, Juan Carlos Morillas, asegura que, además de probar el efecto del fármaco como preventivo, se pretende demostrar que la presumible reducción de la carga viral que se obtendría con la profilaxis con hidroxicloroquina no afecta al desarrollo de inmunidad frente al virus. “Esto podría abrir un nuevo paradigma de desescalada procurando el desarrollo de inmunidad por contagio en poblaciones controladas de manera progresiva hasta alcanzar una inmunidad general”, agrega.

La gestación y el desarrollo de esta  investigación se ha conseguido  en gran medida por la existencia de una estrecha colaboración entre la Unidad de Residencias del Distrito Sanitario Málaga- Valle del Guadalhorce y la unidad de Medicina Interna del Hospital Regional de Málaga. Los investigadores esperan que los resultados clínicos puedan ser inmediatos en términos de incidencia, ingresos, mortalidad y mejoría de los síntomas.